miércoles, 3 de abril de 2013

Te has quedado entre nosotros!





¡Has resucitado Señor! ¡Y no has sido indiferente a nuestra realidad! ¡Bendito seas por siempre!Caminas a nuestro lado, como el mejor de los amigos. Deseas escuchar nuestras preocupaciones, saber sobre nuestros afanes, tristezas, y alegrías. Y yo, muchas veces no me doy cuenta. ¡Perdón Señor!

Permítenos reconocerte enmedio del ajetreo y el bullicio de las calles.
Permítenos hacer un alto en el camino para sentir que gracias a Tí estamos vivos.
Permitenos reconocer que no tenemos el control sobre todo lo que deseamos controlar, y que en lugar de cansarnos inútilmente, debemos abandonarnos en Tí.
Danos la gracia necesaria para abrir nuestros ojos, y ver lo que realmente es importante en nuestras vidas. ¡No permitas que la ceguera causada por el pecado, nos lleve por caminos infructuosos!

Muéstranos el camino que hemos de seguir, tu camino, a pesar de que no parezca el más cómodo o atractivo a nuestros intereses.
Danos la fortaleza para no desfallecer, y la fe para saber que Tú siempre deseas lo mejor, que siempre permites lo mejor.

Haz que seamos testigos fieles, coherentes e inquebrantables frente a los retos del diario vivir.
Que podamos confesar las maravillas que has hecho en nuestra historia, para que otros crean en Tí, en tu palabra y promesas.

¡Gracias Señor porque te has quedado entre nosotros!